Los Álamos (Nuevo México) - Pikes Peak (Colorado) - Colorado Springs (Colorado)
Así que pasear por este lugar, al menos para mi, tiene un significado muy especial.
La ruta de hoy nos llevará hasta Colorado Springs bordeando Rio Grande river, Taos, Carson National Forest, Trinidad para llegar a nuestro destino dónde subiremos al Pikes peak, que es una mítica montaña de 4.302 m en plena Rocky Mountains.
A media hora de camino paramos en un pueblecito que se llama La Española para llenar el tanque. Este pueblo tiene la peculiaridad de que fue la primera capital designada por España en territorio norteamericano. Fue en 1598 por el explorador español Juan de Oñate. Hoy día ha perdido mucho de ese boato.
Salimos de La Española dirección a Taos y atravesamos un paisaje árido pero con un carácter muy especial.
Después de unos minutos vimos aparecer a nuestra izquierda el Rio Grande river que nos acompañará hasta llegar a Cimarron y que es uno de los ríos más importantes del país. Este río pasa por México dónde lo llaman Río Bravo.
Decidimos parar y bajar hasta el río y disfrutar más de cerca de este paisaje tan peculiar.
Algo que nos encanta del interior de este país es que no ves a mucha gente, lo sitios están solitarios y puedes disfrutarlos sin prisas.
Los únicos visitantes son los aficionados al rafting que nos saludan sonrientes. Lo estaban pasando en grande.
Seguimos nuestro camino junto al río. Aquí estaba el conductor del bus esperando a que los chicos acaben de hacer rafting. No se le ve muy estresado.
El río cada vez está más profundo y ya no lo podemos ver. La erosión durante millones de años ha creado una profunda cicatriz en el paisaje que impresiona ver de cerca.
En una hora aproximadamente estábamos en Taos dónde paramos a recargar energía, pura energía tamaño industrial. Las bebidas energéticas, las pringles y los plátanos son la base de nuestra alimentación en el coche. Aunque parezca mentira aquí venden fruta en muchas gasolineras.
Taos es un pequeño pueblo de a penas 6000 habitantes. Algunos residentes y visitantes de Taos llevan escuchando desde hace muchos años un molesto, desconcertante y misterioso zumbido de baja frecuencia en el aire del desierto. Describen dicho sonido con el de “un motor diésel sonando a través de los cristales”. Este curioso fenómeno recibe el nombre de "zumbido de Taos" (en inglés "Taos hum"). Curiosamente, sólo alrededor del 2% de los residentes de Taos dicen haber escuchado este sonido. Las numerosas expediciones que hasta allí se han desplazado para investigar el fenómeno nunca han podido precisar de donde proviene y a que es debido dicho zumbido. Un poco de wiki no viene mal...jejeje. Por cierto, nosotros estamos en el grupo del 98% que no oye nada.
Desde aquí a Cimarron hay 55 millas atravesando el Carson Nationa Forest. Atravesar este parque conduciendo ha sido una experiencia maravillosa. El paisaje cambia constantemente y pasamos entre montañas, grandes valles, lagos, grandes llanuras y todo lo que se nos pueda ocurrir. Y lo mejor de todo es que casi todo el camino lo hacemos solos.
Algo muy común en cualquier carretera secundaria es encontrar señales de tráfico con agujeros de bala. Se ve que es deporte nacional disparar a estas dianas improvisadas desde los coches.
No hay casa que se precie que no tenga su vehículo abandonado en la puerta, aunque en este caso es muy original.
Seguimos nuestra ruta entre bosques...
Acantilados...
Después de un rato llegamos a un valle entre montañas.
En cualquier sitio construyen una casa enorme. Cuesta creer que se den permisos para construir aquí, en pleno parque natural.
Al fondo del valle se empieza a ver un lago.
Este sitio es muy bonito y tranquilo. La gente viene aquí a descansar y no me extraña.
Después de varias millas dejamos atrás las montañas y entramos en una extensa llanura.
Con aeropuerto incluido.
Y sin darnos cuenta llegamos a Cimarron.
Si imagináis un pueblo de película del oeste, os aseguro que este os encajaría estupendamente.
En la wikipedia dice que aquí viven 1021 personas, pero creo que esa cifra es muy optimista, porque lo que hay es lo que veis.
Eso si, no puede faltar mis camiones abandonados. La colección es fantástica.
Estar aquí te hace sentir muy lejos de casa. Me inunda una sensación inmensa y maravillosa de estar viviendo un sueño. El silencio, la paz, el color del cielo, el paisaje, todo.
Dejamos atrás Cimarron y continuamos nuestro camino. Próximo destino Trinidad.
Mucha gente me pregunta si es cierto que en Estados Unidos existen carreteras con largas rectas. ¡SI!.
Durante muchas millas no vimos señales de vida humana,
porque animal si que vimos.
"Me da tiempo a cruzar de sobra"....
..."no me da tiempo...¡socorro!"
Pasamos por el pequeño pueblo minero de Raton y nos incorporamos a la I-25.
Y sin darnos cuenta abandonamos el increíble estado de Nuevo México a través del Paso de Raton y entramos en Colorado.
Y el primer pueblo de Colorado que nos encontramos es Trinidad. Este pueblo no dejaría de ser un pueblo cualquiera más, que vive del carbón, si no fuese por su peculiar sobrenombre: "Sex Change Capital of the World", que traducido es "Capital del cambio de sexo del mundo". Esto fue debido a que un médico local tenía una gran reputación internacional para la realización de la cirugía de reasignación de sexo . En la década de 1960, el Dr. Stanley Biber, un cirujano veterano que vuelve de la guerra de Corea, decidió trasladarse a Trinidad porque había oído que la ciudad necesitaba un cirujano. En 1969, un trabajador social le preguntó si le realizaría la operación, ya que se había enterado que el doctor había aprendido a hacerlo en Nueva York. Biber logró una gran reputación en un momento en que muy pocos médicos realizaban estas operaciones. En su apogeo, Stanley Biber realizaba hasta cuatro operaciones de cambio de sexo al día, y el término "hacer un viaje a Trinidad" se convirtió en un eufemismo para referirse al cambio de sexo. Curioso, ¿no?.
Ya en Colorado empezamos a ver más signos de civilización. Vuelven los kilométricos trenes que transportan el carbón de las minas de La cuenca de de Raton.
Vuelven las fábricas de Budweiser.
Y los camiones remolcados.
Seguimos nuestro camino hasta Colorado Springs que está a dos horas por la I-25. Mientras, a lo lejos, se divisan las Rocky Mountains.
Casi sin darnos cuenta hemos llegado a Colorado Springs, que es una bonita ciudad de unos 500.000 habitantes a los pies del grandioso Pikes peak.
Nosotros vamos a hacer noche en un pueblecito muy pequeño que hay a las afueras y que se llama Manitou Springs. Así que sin perder ni un minuto de tiempo nos pusimos a buscar hotel. Este pueblo tiene una larga avenida central con multitud de hoteles, muchos de ellos con los precios y disponibilidad en grandes carteles, así que no nos costó mucho decidirnos. Dimos un par de pasadas y escogimos el Manitou Springs Inns & Suites.
La verdad es que no era gran cosa, pero estaba muy bien situado. El propietario era un tipo joven que no debía haber tenido muy buena vida a juzgar por como tenía los dientes...ufff!!!
Mientras hacíamos la entrada le preguntamos al chico que nos indicara por dónde se subía al Pikes peak y nos dijo que quizás era un poco tarde para subir ya que cerraba sobre las 18:00 h y eran ya las 17:00 h. Al parecer la subida es peligrosa y a oscuras no se permite hacerla. También nos aconsejó que lleváramos como mínimo medio tanque porque sino nos dejarían subir. Después de oír sus indicaciones, subimos a la habitación, soltamos las maletas y nos fuimos dirección al Pikes peak.
Llegamos a la entrada y tal y como nos había indicado nuestro amigo, nos miraron cómo teníamos de lleno el tanque, ya que hay que tener suficiente combustible para ir y regresar y en total es una hora subiendo y otra bajando. El precio es de 12 $ por persona.
Comenzamos la subida atravesando un denso bosque.
Pero poco a poco la cosa se complica.
Después de un buen rato llegamos al punto de control de frenos, que luego explicaré, y área de descanso. Desde aquí hasta la cima viene lo realmente complicado y el tramo final de ascenso.
Empezamos la subida. Impresionante. No tengo palabras para describirla.
Y finalmente llegamos a la cima. Hace mucho frío pero estamos sobrecogidos por las vistas. Desde aquí parece que puedes tocar el cielo.
Y aquí arriba viven estos curiosos animalitos.
Cuando llevaba un rato empecé a sentir ligeros mareos debido al cambio de altura tan brusco.
Qué frio pasamos en este rato. Hay que tener en cuenta que abajo la temperatura era de unos 25º C y arriba no llegaba a 10º C.
En la cima está el tren de cremallera más alto del mundo y las vistas son increíbles.
Después de hacer las pertinentes fotos y recorrer toda la cima, empezamos la bajada de nuevo.
Nuestro Chevy hecho un campeón, como siempre.
La bajada es muy pronunciada y tienes que ir constantemente frenando con fuerza, así que al llegar al punto de control te miden la temperatura de los frenos con un aparato. En nuestro caso excedíamos la temperatura recomendada y tuvimos que parar un rato. Casualmente hay una tienda de souvenirs junto al punto de control...jejeje.
Y después de un rato dejamos este increíble lugar.
Como aún quedaba luz, decidimos ir a visitar otros de los puntos de interés cercano, El Jardín de los Dioses. Es un parque público gratuito en el que hay formaciones rocosas con millones de años y que la erosión ha ido dándoles forma. En el año 2006 se descubrió aquí una especie de dinosaurio.
Entre esta imagen....
...y esta otra, han pasado más de 50 años.
Hoy es lunes, y como cada día nos levantamos temprano. El hotel en el que estamos, Best Western Hilltop Hotel, tiene un amplio salón en la parte superior donde se puede desayunar a lo grande. Hay mucha variedad, tanto de desayuno continental, más al estilo europeo, como americano.
Es un lugar muy tranquilo, con grandes ventanales que dan a este precioso y tranquilo pueblo perdido entre las montañas de Nuevo México.
Los Álamos alberga el Los Alamos National Laboratory, también conocido como LANL. El laboratorio se fundó durante la Segunda Guerra Mundial como una instalación secreta y centralizada para coordinar el desarrollo científico del Proyecto Manhattan, el proyecto Aliado para conseguir las primeras armas nucleares. Los Álamos es uno de los dos laboratorios de los Estados Unidos en los que se lleva a cabo investigación clasificada sobre el diseño de armas nucleares. El otro laboratorio, desde 1952, es el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Es un recinto inmenso en el que trabajan más de 8.000 mil personas, la mayoría físicos, ingenieros, químicos, matemáticos, biólogos y geólogos, junto con otras disciplinas.
A unas 220 millas al sur de Los Álamos se realizaron las primeras pruebas nucleares con la detonación de Trinity, que dieron paso al posterior desarrollo de las bombas Little Boy, que fue lanzada sobre Hiroshima, y Fat Man, que se lanzó sobre Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945 respectivamente. Dando como resultado la rendición incondicional de Japón, que se formalizó a bordo del acorazado USS Missouri el 2 de septiembre de 1945, siendo el comienzo del final de la Segunda Guerra Mundial.
Es un lugar muy tranquilo, con grandes ventanales que dan a este precioso y tranquilo pueblo perdido entre las montañas de Nuevo México.
Los Álamos alberga el Los Alamos National Laboratory, también conocido como LANL. El laboratorio se fundó durante la Segunda Guerra Mundial como una instalación secreta y centralizada para coordinar el desarrollo científico del Proyecto Manhattan, el proyecto Aliado para conseguir las primeras armas nucleares. Los Álamos es uno de los dos laboratorios de los Estados Unidos en los que se lleva a cabo investigación clasificada sobre el diseño de armas nucleares. El otro laboratorio, desde 1952, es el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Es un recinto inmenso en el que trabajan más de 8.000 mil personas, la mayoría físicos, ingenieros, químicos, matemáticos, biólogos y geólogos, junto con otras disciplinas.
A unas 220 millas al sur de Los Álamos se realizaron las primeras pruebas nucleares con la detonación de Trinity, que dieron paso al posterior desarrollo de las bombas Little Boy, que fue lanzada sobre Hiroshima, y Fat Man, que se lanzó sobre Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945 respectivamente. Dando como resultado la rendición incondicional de Japón, que se formalizó a bordo del acorazado USS Missouri el 2 de septiembre de 1945, siendo el comienzo del final de la Segunda Guerra Mundial.
Así que pasear por este lugar, al menos para mi, tiene un significado muy especial.
La ruta de hoy nos llevará hasta Colorado Springs bordeando Rio Grande river, Taos, Carson National Forest, Trinidad para llegar a nuestro destino dónde subiremos al Pikes peak, que es una mítica montaña de 4.302 m en plena Rocky Mountains.
A media hora de camino paramos en un pueblecito que se llama La Española para llenar el tanque. Este pueblo tiene la peculiaridad de que fue la primera capital designada por España en territorio norteamericano. Fue en 1598 por el explorador español Juan de Oñate. Hoy día ha perdido mucho de ese boato.
Salimos de La Española dirección a Taos y atravesamos un paisaje árido pero con un carácter muy especial.
Después de unos minutos vimos aparecer a nuestra izquierda el Rio Grande river que nos acompañará hasta llegar a Cimarron y que es uno de los ríos más importantes del país. Este río pasa por México dónde lo llaman Río Bravo.
Decidimos parar y bajar hasta el río y disfrutar más de cerca de este paisaje tan peculiar.
Algo que nos encanta del interior de este país es que no ves a mucha gente, lo sitios están solitarios y puedes disfrutarlos sin prisas.
Los únicos visitantes son los aficionados al rafting que nos saludan sonrientes. Lo estaban pasando en grande.
Seguimos nuestro camino junto al río. Aquí estaba el conductor del bus esperando a que los chicos acaben de hacer rafting. No se le ve muy estresado.
El río cada vez está más profundo y ya no lo podemos ver. La erosión durante millones de años ha creado una profunda cicatriz en el paisaje que impresiona ver de cerca.
En una hora aproximadamente estábamos en Taos dónde paramos a recargar energía, pura energía tamaño industrial. Las bebidas energéticas, las pringles y los plátanos son la base de nuestra alimentación en el coche. Aunque parezca mentira aquí venden fruta en muchas gasolineras.
Taos es un pequeño pueblo de a penas 6000 habitantes. Algunos residentes y visitantes de Taos llevan escuchando desde hace muchos años un molesto, desconcertante y misterioso zumbido de baja frecuencia en el aire del desierto. Describen dicho sonido con el de “un motor diésel sonando a través de los cristales”. Este curioso fenómeno recibe el nombre de "zumbido de Taos" (en inglés "Taos hum"). Curiosamente, sólo alrededor del 2% de los residentes de Taos dicen haber escuchado este sonido. Las numerosas expediciones que hasta allí se han desplazado para investigar el fenómeno nunca han podido precisar de donde proviene y a que es debido dicho zumbido. Un poco de wiki no viene mal...jejeje. Por cierto, nosotros estamos en el grupo del 98% que no oye nada.
Desde aquí a Cimarron hay 55 millas atravesando el Carson Nationa Forest. Atravesar este parque conduciendo ha sido una experiencia maravillosa. El paisaje cambia constantemente y pasamos entre montañas, grandes valles, lagos, grandes llanuras y todo lo que se nos pueda ocurrir. Y lo mejor de todo es que casi todo el camino lo hacemos solos.
Algo muy común en cualquier carretera secundaria es encontrar señales de tráfico con agujeros de bala. Se ve que es deporte nacional disparar a estas dianas improvisadas desde los coches.
No hay casa que se precie que no tenga su vehículo abandonado en la puerta, aunque en este caso es muy original.
Seguimos nuestra ruta entre bosques...
Acantilados...
Después de un rato llegamos a un valle entre montañas.
En cualquier sitio construyen una casa enorme. Cuesta creer que se den permisos para construir aquí, en pleno parque natural.
Al fondo del valle se empieza a ver un lago.
Este sitio es muy bonito y tranquilo. La gente viene aquí a descansar y no me extraña.
Después de varias millas dejamos atrás las montañas y entramos en una extensa llanura.
Con aeropuerto incluido.
Y sin darnos cuenta llegamos a Cimarron.
Si imagináis un pueblo de película del oeste, os aseguro que este os encajaría estupendamente.
En la wikipedia dice que aquí viven 1021 personas, pero creo que esa cifra es muy optimista, porque lo que hay es lo que veis.
Eso si, no puede faltar mis camiones abandonados. La colección es fantástica.
Estar aquí te hace sentir muy lejos de casa. Me inunda una sensación inmensa y maravillosa de estar viviendo un sueño. El silencio, la paz, el color del cielo, el paisaje, todo.
Dejamos atrás Cimarron y continuamos nuestro camino. Próximo destino Trinidad.
Mucha gente me pregunta si es cierto que en Estados Unidos existen carreteras con largas rectas. ¡SI!.
Durante muchas millas no vimos señales de vida humana,
porque animal si que vimos.
"Me da tiempo a cruzar de sobra"....
..."no me da tiempo...¡socorro!"
Pasamos por el pequeño pueblo minero de Raton y nos incorporamos a la I-25.
Y sin darnos cuenta abandonamos el increíble estado de Nuevo México a través del Paso de Raton y entramos en Colorado.
Y el primer pueblo de Colorado que nos encontramos es Trinidad. Este pueblo no dejaría de ser un pueblo cualquiera más, que vive del carbón, si no fuese por su peculiar sobrenombre: "Sex Change Capital of the World", que traducido es "Capital del cambio de sexo del mundo". Esto fue debido a que un médico local tenía una gran reputación internacional para la realización de la cirugía de reasignación de sexo . En la década de 1960, el Dr. Stanley Biber, un cirujano veterano que vuelve de la guerra de Corea, decidió trasladarse a Trinidad porque había oído que la ciudad necesitaba un cirujano. En 1969, un trabajador social le preguntó si le realizaría la operación, ya que se había enterado que el doctor había aprendido a hacerlo en Nueva York. Biber logró una gran reputación en un momento en que muy pocos médicos realizaban estas operaciones. En su apogeo, Stanley Biber realizaba hasta cuatro operaciones de cambio de sexo al día, y el término "hacer un viaje a Trinidad" se convirtió en un eufemismo para referirse al cambio de sexo. Curioso, ¿no?.
Ya en Colorado empezamos a ver más signos de civilización. Vuelven los kilométricos trenes que transportan el carbón de las minas de La cuenca de de Raton.
Vuelven las fábricas de Budweiser.
Y los camiones remolcados.
Seguimos nuestro camino hasta Colorado Springs que está a dos horas por la I-25. Mientras, a lo lejos, se divisan las Rocky Mountains.
Casi sin darnos cuenta hemos llegado a Colorado Springs, que es una bonita ciudad de unos 500.000 habitantes a los pies del grandioso Pikes peak.
Nosotros vamos a hacer noche en un pueblecito muy pequeño que hay a las afueras y que se llama Manitou Springs. Así que sin perder ni un minuto de tiempo nos pusimos a buscar hotel. Este pueblo tiene una larga avenida central con multitud de hoteles, muchos de ellos con los precios y disponibilidad en grandes carteles, así que no nos costó mucho decidirnos. Dimos un par de pasadas y escogimos el Manitou Springs Inns & Suites.
La verdad es que no era gran cosa, pero estaba muy bien situado. El propietario era un tipo joven que no debía haber tenido muy buena vida a juzgar por como tenía los dientes...ufff!!!
Mientras hacíamos la entrada le preguntamos al chico que nos indicara por dónde se subía al Pikes peak y nos dijo que quizás era un poco tarde para subir ya que cerraba sobre las 18:00 h y eran ya las 17:00 h. Al parecer la subida es peligrosa y a oscuras no se permite hacerla. También nos aconsejó que lleváramos como mínimo medio tanque porque sino nos dejarían subir. Después de oír sus indicaciones, subimos a la habitación, soltamos las maletas y nos fuimos dirección al Pikes peak.
Llegamos a la entrada y tal y como nos había indicado nuestro amigo, nos miraron cómo teníamos de lleno el tanque, ya que hay que tener suficiente combustible para ir y regresar y en total es una hora subiendo y otra bajando. El precio es de 12 $ por persona.
Comenzamos la subida atravesando un denso bosque.
Pero poco a poco la cosa se complica.
Después de un buen rato llegamos al punto de control de frenos, que luego explicaré, y área de descanso. Desde aquí hasta la cima viene lo realmente complicado y el tramo final de ascenso.
Empezamos la subida. Impresionante. No tengo palabras para describirla.
Y finalmente llegamos a la cima. Hace mucho frío pero estamos sobrecogidos por las vistas. Desde aquí parece que puedes tocar el cielo.
Cuando llevaba un rato empecé a sentir ligeros mareos debido al cambio de altura tan brusco.
En la cima está el tren de cremallera más alto del mundo y las vistas son increíbles.
Después de hacer las pertinentes fotos y recorrer toda la cima, empezamos la bajada de nuevo.
Nuestro Chevy hecho un campeón, como siempre.
La bajada es muy pronunciada y tienes que ir constantemente frenando con fuerza, así que al llegar al punto de control te miden la temperatura de los frenos con un aparato. En nuestro caso excedíamos la temperatura recomendada y tuvimos que parar un rato. Casualmente hay una tienda de souvenirs junto al punto de control...jejeje.
Y después de un rato dejamos este increíble lugar.
Como aún quedaba luz, decidimos ir a visitar otros de los puntos de interés cercano, El Jardín de los Dioses. Es un parque público gratuito en el que hay formaciones rocosas con millones de años y que la erosión ha ido dándoles forma. En el año 2006 se descubrió aquí una especie de dinosaurio.
Entre esta imagen....
...y esta otra, han pasado más de 50 años.
Después de esta visita ya tocaba volver al hotel. La noche está cayendo y aún hay que ir a cenar.
Para la cena decidimos subir la avenida principal andando y buscar dónde comer, pero después de varios minutos caminando pensamos que no sería buena idea luego volver solos por estas calles tan desiertas. Así que nos volvimos y cogimos el coche.
Primero entramos en este bar dónde estaba tocando un grupo en directo y que tenía una decoración muy peculiar. Tomamos una cerveza y nos fuimos a otro porque ya no ponían de comer. Finalmente nos cominos una pizza al corte en otro pequeño local que estaba justo en frente.
Después de cenar vimos un pequeño bar y entramos a tomar algo.
El sitio era todo lo que uno podía imaginar de un bar del oeste americano. Esta zona de Colorado no hay mucho turismo extranjero. Por lo que pudimos ver es un lugar de turismo local, así que en el bar nosotros eramos los únicos foráneos.
Con su máquina de discos y todo. Tuvo que venir la señora que llevaba el bar a enseñarme a usarla, pero cuando le cogí el truco me pasé un buen rato de DJ. La música era grandes éxitos antiguos, aunque la mayoría no los conocía.
En la barra había varios tipos tomando una cerveza y llegó uno presumiendo de su nueva adquisición. La foto no hace justicia a las dimensiones y altura de ese todo terreno. Impresionante.
Después de salir del bar era hora de retirarse a dormir. Mañana tenemos una etapa muy emocionante y larga, así que hay que reponer fuerzas.
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