Como cada día nos levantamos muy tempano, el despertador suena a las 7:00 am, pero hoy hemos dormido un poco más, ya que tocaba cambiar de huso horario y retrasar los relojes una hora para adaptarnos a "Central time zone", cosa que ya hicimos anoche. Nunca viene mal un poco de descanso extra.
Hicimos las maletas, preparamos la ruta y bajamos a desayunar. La ruta para hoy quedó así:
Hoy será nuestro primer desayuno en un hotel. Hasta ahora, o bien no estaba incluido, o como en el caso de ayer, no apetecía comer en ese sitio.
Bajamos al salón del hotel y una señora muy amable nos enseñó a preparar los famosos gofres, que serán nuestro más fiel compañero de desayuno a lo largo del viaje. En todos los moteles veréis una máquina como esta:
Bajamos al salón del hotel y una señora muy amable nos enseñó a preparar los famosos gofres, que serán nuestro más fiel compañero de desayuno a lo largo del viaje. En todos los moteles veréis una máquina como esta:
Viertes la masa líquida en el molde, lo cierras, esperas unos minutos, le das la vuelta al artilugio, y listo. El resultado es algo así:
Lo puedes comer con sirope de arce, que es como la miel pero menos dulce, mermelada o lo que quieras. La verdad es que están buenas. Los desayunos en los moteles de bajo coste no es que sean gran cosa, pero están bien. Suelen tener, además de los gofres, pan de molde, cereales, fruta y a veces, hasta yogures.
Hicimos el check out y empezamos la ruta atravesando Nashville, dirección a la carretera Natchez Trace Parkway.
Al fondo de la imagen podemos ver el rascacielos AT&T, que es el edificio de la operadora de telefonía más importante de Estados Unidos (la Telefónica en España). También se le conoce como Edificio Batman....bueno, si ellos lo dicen, es que se parecerá al murciélago.
Esta imagen de Wikipedia es mejor.
Este es el Nashville Municipal Auditorium, que entre otros eventos alberga las competiciones de la NCA (National Cheerleader Association), que son las competiciones entre grupos de animadoras de las diferentes ligas (dame una O, dame una L, dame una E...Olé!).
Nos dirigimos hacia la ruta 1, para luego coger la 100 hasta Paquo, donde se encuentra la entrada a la Natchez Trace Parkway.
Y en unos 30 minutos llegamos a la entrada de la Natchez Trace Parkway.
La Natchez Trace Parkway, con sus 444 millas (715 km) conmemora un antiguo sendero (el "Old Trace" [Viejo paso]) que conectaba partes del sur del río Mississippi, pasando por Alabama, hasta llegar a Natchez en el estado de Mississippi. Esta carretera es espectacular, parece sacada de un cuento. Rodeada de naturaleza, serpentea por paisajes increíbles. Y para colmo no tiene tráfico ninguno, y no exagero, cuesta mucho cruzarte con un coche. Sientes que todo eso es para ti solo y lo disfrutas mucho más. Pero lo realmente increíble es lo bien cuidado que está todo para tan poco uso. El cesped que bordea la calzada está perfectamente cortado y todo cuidado con el máximo esmero. Hay que reseñar que está declarada como Parque nacional.
Las cunetas de la carretera tienen algunos visitantes inesperados. Pavos reales, ardillas, ciervos, etc, se ven con frecuencia.
Paramos en un área de descanso totalmente desierta, como toda la ruta.
Ya me cansé de verlos desde el coche y me decidí a integrarme en el paisaje. Esta foto la he guardado para un posible casting de "Granjero busca esposa", creo que me aceptarían.
Y después de unas 3 horas conduciendo llegamos al estado de Alabama.
Unos minutos después "the Tennessee river".
Queda mucho mejor la foto así.
Es medio día y el hambre empieza a molestar, así que decidimos buscar un sitio para comer algo. Mirando el mapa vemos que estamos a 15 minutos de Cherokee, Alabama.
Antes de entrar al pueblo paramos a repostar en una gasolinera frente a un cruce de caminos.
Pasa un camión....
Un tren...
La vía y la carretera están muy próximas.
Por fin llegamos a Cherokee. Cuesta creer que alguien pueda vivir aquí, en mitad de la nada. Todo parece abandonado....de momento.
Lo malo de las casas de madera es que si se incendian esto es lo que queda.
Los refugios para tormentas son una constante en esta zona del país, y no me extraña. Llevamos aquí una semana y ya hemos sufrido unas pocas.
Después de recorrer el pueblo nos dimos cuenta de un detalle curioso. Había muchas casitas como esta.....
Pero también muchas como esta....
No puedo imaginar a que se dedica alguien con una casa así. Y lo más extraño, que hace viviendo en Cherokee.
Seguimos buscando algún sitio para comer, pero el único lugar que vimos parecía que llevaba muchos años ya cerrado. Aparcamos junto a la oficina del Sheriff, que aunque os parezca algo peliculero, aquí es lo normal. Incluso puedes ver anuncios por las carreteras de gente que se presenta a Sheriff.
El coche es un Dodge Charger, que es el que nosotros solicitamos a la empresa de alquiler de coches, pero no había disponibilidad (%$@#&..brones!!! ).
La vida transcurre en este pueblo de una forma muy tranquila, casi inmóvil. El cartel de la ventana me llamó la atención, "Walk Ins, Welcome", "Sin cita, bienvenido". No me imagino cola en esta peluquería.
El chico fija su mirada en un punto perdido del desierto cruce que contempla, mientras su hermana le habla sin parar. Me hubiese encantado saber en qué pensaba.
Después de recorrer el pueblo decidimos continuar nuestra ruta y buscar algún sitio para comer en carretera. Así que volvimos a cruzar la vía y tomamos la 72 sentido Corinth, Mississippi.
A unos 20 minutos encontramos un pueblecito llamado Iuka, y paramos a comer. En este caso el verbo comer se refiere a la ingesta masiva de grasas hidrogenadas de bajo coste, pero que estaban para chuparse los dedos. Los muslitos de pollo rebozados estaban buenísimos. Aquí todo se puede comer rebozado.
En este local quedó claro cual es nuestro nivel de inglés, y lo cerrado que debe ser el acento de los lugareños. Rossana pidió agua para beber y le pusieron batido de helado de frambuesa ( Water = agua, raspberry ice cream milkshake = batido de helado de frambuesa). Aún no lo puedo entender.
Yo opté por servirme coca cola, eso si light que hay que guardar la línea, o como la llama ellos diet coke, de la máquina de autoservicio.
Comimos y sin tiempo para empezar con la digestión seguimos nuestro camino hacia Memphis. Me encantan estas pickup antiguas.
Los campos de Alabama y Mississippi se muestran así de verde incluso en pleno agosto. Aquí la naturaleza lo ocupa todo.
Dos horas y media más tarde por fin vemos a Memphis a lo lejos recortarse en el horizonte. Son las 17:00 h y tenemos que visitar Graceland y luego buscar un motel para dormir, así que el tiempo apremia.
Pusimos la dirección en el navegador y en unos minutos llegamos a la casa de Elvis. Bienvenidos a Graceland.
Graceland es la mansión donde Elvis Presley vivió desde la edad de 22 años, hasta su muerte y donde ahora yace sepultado. Se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad, siendo la segunda casa más visitada del país (tras la Casa Blanca), además de un museo de su vida y un templo para sus fans. Elvis compró la casa en marzo de 1957 como regalo a sus padres, convirtiéndola en su residencia habitual. La mansión fue adquirida al Dr. Thomas y Ruth Moore, que le dieron el nombre de Graceland en honor a su hija Grace.
Hay tres tipos de entradas y ninguna de ella es barata. Nosotros elegimos la más económica y creo que fue suficiente. Aquí os dejo las tarifas.
Para más información pulsa aquí.
Y sin más rodeos vamos a pasar a ver Graceland.
La casa no sorprende tanto por su tamaño, sino por su decoración. Tampoco te muestran la planta de arriba por expreso deseo de la familia.
Nada más entrar nos encontramos el salón-comedor. Al fondo podemos ver un piano de cola en el que tocaba Elvis.
En la foto podemos ver a Priscilla Presley, la mujer de Elvis Presley, que para quien no le suene quien es os pongo una foto más actual. Y la hija, Lisa Marie Presley, que estuvo casada con Michael Jackson y Nicolas Cage.
Es posible que la recordéis por la rubia tonta que tropieza con todo en Agarralo como puedas, junto a Leslie Nielsen.
A su hija solo la recuerdo por esto.
Pasamos a la cocina. Tiene todas las comodidades que hoy en día podemos tener y que imagino que en aquellos años solo estaba al alcance de los ricos. Y por supuesto, lo que no puede faltar, la moqueta en el suelo.
Después de la cocina nos encontramos con un salón de ocio de estilo selvático (no se si la palabra estilo puede ir aquí), llamada Sala Jungla.
Bajamos unas escaleras hacia un sótano y nos encontramos mis dos habitaciones preferidas.
La sala de billar estilo indefinible.
Y Sala de prensa estilo "¿moderno?".
Techo de espejos, barra de bar, amplios sofás, música, televisión...si señor, aquí si que lo tuviste claro, Sala de prensa. Me encanta.
Una vez terminado el interior, pasamos a la parte trasera de la casa dónde hay un gran jardín y varias instalaciones más. Entre ellas están un pequeño estudio, un frontón, sala de ocio, establo para caballos, etc.
En una nave aledaña está el museo con un recorrido muy bien cuidado de su vida y obra. Merece la pena disfrutarlo con tiempo.
Para quien no los haya visto antes, estos son los famosos Grammy. Elvis Presley estuvo nominado a 14 premios y lo ganó en 3 ocasiones. No está nada mal para un chico de Tupelo, (Mississippi).
En esta humilde casa nació Elvis Presley.
Galerías repletas de discos de oro son testimonio material de lo que representó y representa Elvis Presley para varias generaciones. Aún hoy día es lugar de peregrinación para sus incondicionales fans. Yo no llego a tanto, pero después de conocer un poco su vida, siento un gran respeto por sus acólitos.
Posteriormente salimos de nuevo a otra zona de la casa donde está El jardín de la meditación en el que descansan Elvis Presley junto a sus padres, Gladys y Vernon Presley, y su abuela. También hay una lápida conmemorativa de un hermano gemelo que murió al nacer, Jesse Garon.
Y después de esto la visita llega a su fin. Como llegamos un poco tarde, fuimos los últimos que quedaban en la mansión, junto con una familia estadounidense. Así que aprovechamos para hacernos fotos tranquilamente.
Por si alguien ha echado en falta el famoso Pink Cadillac, os diré que está expuesto en un museo a parte con el resto de coches, y que por supuesto, hay que pagar para verlo. Así que me he tomado la libertad de buscar su foto en la red y ponerlo delante de la casa.
Ahh, se me olvidaba. Elvis tenía dos aviones, que por supuesto, también hay que pagar para verlos, así que nos lo saltamos.
Después de esta visita imprescindible a un sitio tan maravilloso, mítico y casi novelesco, toca volver a nuestra realidad. Son las 19:00 h y aún no tenemos hotel. Así que nos ponemos en marcha para buscarlo antes de que caiga la noche.
Justo en frente de Graceland hay un Days Inn, así que entramos a preguntar si tenían alguna habitación libre. Creo recordar que cuando llevaba 5 minutos en el coche dirección a otro lugar aún seguía oyendo la risa de la chica de recepción. Coger habitación ahí debe ser imposible, y más en agosto.
Así que tiramos de Tom Tom y buscamos otra opción. Elegimos buscar por la salida de Memphis en la ruta I-40 dirección Dallas, para así ahorrar tiempo mañana y no tener que atravesar la ciudad.
Nos dirigimos hacia el Hernando Desoto Bridge, que cruza el rio Mississippi. Llamado así en conmemoración de explorador español que en el siglo XVI exploró esta parte del río y que murió al sur de Memphis. A la izquierda podemos ver el Pyramid Arena.
Cruzando el puente acaba el estado de Tennessee y comienza Arkansas.
Aquí podemos ver más de cerca el Pyramid Arena. En un principio fue la sede del equipo de baloncesto de la Universidad de Memphis, más adelante (2001) fue sede del equipo de baloncesto de la NBA Memphis Grizzlies. Sin embargo, en 2004 ambos equipos dejaron la pirámide para irse a un nuevo estadio: el "FedEx Forum". Por lo que cuentan los de allí, la pirámide era un poco gafe. Ahora está desocupada y no saben que hacer con ella.
Y en apenas 30 minutos encontramos el motel Super 8 West Memphis junto a la I-40 en una zona comercial. El motel estaba lleno de trabajadores, sobre todo camioneros que hacían noche en sus largos viajes por el país. Incluso había montado una BBQ (barbacoa) en la puerta del motel y se les veía bien a gusto.
El motel estaba muy bien y el precio mejor aún, 52$. Aquí os dejo unas fotos de su web para que os hagáis una idea de como son los moteles de carretera.
La habitación no era de las más grandes pero estaba muy completa y limpia.
El salón de desayunos es muy parecido en todos los moteles y como se puede ver tiene casi de todo.
Las tormentas aquí son frecuentes y ya está preparados para protegerse.
Una vez instalados en el motel, nos dimos una buena ducha y sin tiempo para venirnos abajo nos fuimos a descubrir la noche de Memphis, no en vano es conocida como la ciudad del blues y las barbacoas. Y creo que no es mala combinación, así que dejamos el cansancio en la habitación y a ver que nos depara la noche.
Llegamos al centro de Memphis buscando su calle más famosa, Beale Street. Aparcamos en un parking cercano y nos fuimos paseando hacia el centro.
Este es el parking y como vemos justo pasaba el tranvía en ese momento.
Otro medio de transporte que se estila mucho aquí es el equivalente a los coches de caballo sevillanos. Eso si, hasta los carruajes son poco ecológicos. Con tanta bombillita eso tiene que gastar una barbaridad.
Pero no me digáis que no son ¿sorprendentes?......no se me ocurre nada que justifique pasearse dentro de estas calabazas gigantes sacadas de cualquier bazar chino. Pero aquí tienen mucho éxito, así que todo sea probar a ver qué tal. En otra ocasión.
Y Elvis, como no podía ser de otra forma, está situado arriba de la calle con más marcha de la ciudad.
Beale Street es un hervidero de gente paseando, entrando y saliendo de los locales, música en directo dentro y fuera de los bares, jóvenes haciendo piruetas en las calles, comiendo, bebiendo, vendiendo de todo. Es un lugar que transmite mucha fuerza y buenas sensaciones.
No pude evitar hacer el payaso...me vine arriba.
Murales adornan las paredes de estos antiguos edificios de mampostería.
Recuerdos al Rey del Rock por todas partes.
Y por supuesto al Rey del Blues, B.B. King, no en vano su nombre proviene de "The Beale Street Blues Boy".
Como en Nashville ya estuvimos en ese local, decidimos probar otro diferente, y la verdad es que acertamos de lleno. Tuvimos ocasión de ver a un grupo en directo que era increíble.
El escenario era una maravilla, al igual que el resto del local.
La comida era otra cosa. Aunque no estaba mala, el plato era escaso y el precio muy caro. Pero había que cumplir con lo dicho: Blues y Barbacoa.
Y después de la cena y el concierto, cogimos camino para el motel. El día ha sido muy largo y el cansancio ya nos hace mella. Si no es porque mañana tenemos una larga etapa hasta Dallas, nos hubiésemos quedado. Pero hay que descansar que nos queda mucho viaje.
Resumen de la etapa:
Hora de salida: 9:00 h
Hora de llegada: 17:00 h
Km recorridos: 440 km
Gastos del día: 237,59 $
-- Ir a Etapa 8 - Día 05/08/11 --
Hicimos el check out y empezamos la ruta atravesando Nashville, dirección a la carretera Natchez Trace Parkway.
Al fondo de la imagen podemos ver el rascacielos AT&T, que es el edificio de la operadora de telefonía más importante de Estados Unidos (la Telefónica en España). También se le conoce como Edificio Batman....bueno, si ellos lo dicen, es que se parecerá al murciélago.
Esta imagen de Wikipedia es mejor.
Este es el Nashville Municipal Auditorium, que entre otros eventos alberga las competiciones de la NCA (National Cheerleader Association), que son las competiciones entre grupos de animadoras de las diferentes ligas (dame una O, dame una L, dame una E...Olé!).
Nos dirigimos hacia la ruta 1, para luego coger la 100 hasta Paquo, donde se encuentra la entrada a la Natchez Trace Parkway.
Y en unos 30 minutos llegamos a la entrada de la Natchez Trace Parkway.
La Natchez Trace Parkway, con sus 444 millas (715 km) conmemora un antiguo sendero (el "Old Trace" [Viejo paso]) que conectaba partes del sur del río Mississippi, pasando por Alabama, hasta llegar a Natchez en el estado de Mississippi. Esta carretera es espectacular, parece sacada de un cuento. Rodeada de naturaleza, serpentea por paisajes increíbles. Y para colmo no tiene tráfico ninguno, y no exagero, cuesta mucho cruzarte con un coche. Sientes que todo eso es para ti solo y lo disfrutas mucho más. Pero lo realmente increíble es lo bien cuidado que está todo para tan poco uso. El cesped que bordea la calzada está perfectamente cortado y todo cuidado con el máximo esmero. Hay que reseñar que está declarada como Parque nacional.
Las cunetas de la carretera tienen algunos visitantes inesperados. Pavos reales, ardillas, ciervos, etc, se ven con frecuencia.
Paramos en un área de descanso totalmente desierta, como toda la ruta.
Ya me cansé de verlos desde el coche y me decidí a integrarme en el paisaje. Esta foto la he guardado para un posible casting de "Granjero busca esposa", creo que me aceptarían.
Y después de unas 3 horas conduciendo llegamos al estado de Alabama.
Unos minutos después "the Tennessee river".
Queda mucho mejor la foto así.
Es medio día y el hambre empieza a molestar, así que decidimos buscar un sitio para comer algo. Mirando el mapa vemos que estamos a 15 minutos de Cherokee, Alabama.
Antes de entrar al pueblo paramos a repostar en una gasolinera frente a un cruce de caminos.
Pasa un camión....
Un tren...
La vía y la carretera están muy próximas.
Por fin llegamos a Cherokee. Cuesta creer que alguien pueda vivir aquí, en mitad de la nada. Todo parece abandonado....de momento.
Lo malo de las casas de madera es que si se incendian esto es lo que queda.
Los refugios para tormentas son una constante en esta zona del país, y no me extraña. Llevamos aquí una semana y ya hemos sufrido unas pocas.
Después de recorrer el pueblo nos dimos cuenta de un detalle curioso. Había muchas casitas como esta.....
Pero también muchas como esta....
No puedo imaginar a que se dedica alguien con una casa así. Y lo más extraño, que hace viviendo en Cherokee.
Seguimos buscando algún sitio para comer, pero el único lugar que vimos parecía que llevaba muchos años ya cerrado. Aparcamos junto a la oficina del Sheriff, que aunque os parezca algo peliculero, aquí es lo normal. Incluso puedes ver anuncios por las carreteras de gente que se presenta a Sheriff.
El coche es un Dodge Charger, que es el que nosotros solicitamos a la empresa de alquiler de coches, pero no había disponibilidad (%$@#&..brones!!! ).
La vida transcurre en este pueblo de una forma muy tranquila, casi inmóvil. El cartel de la ventana me llamó la atención, "Walk Ins, Welcome", "Sin cita, bienvenido". No me imagino cola en esta peluquería.
El chico fija su mirada en un punto perdido del desierto cruce que contempla, mientras su hermana le habla sin parar. Me hubiese encantado saber en qué pensaba.
Después de recorrer el pueblo decidimos continuar nuestra ruta y buscar algún sitio para comer en carretera. Así que volvimos a cruzar la vía y tomamos la 72 sentido Corinth, Mississippi.
A unos 20 minutos encontramos un pueblecito llamado Iuka, y paramos a comer. En este caso el verbo comer se refiere a la ingesta masiva de grasas hidrogenadas de bajo coste, pero que estaban para chuparse los dedos. Los muslitos de pollo rebozados estaban buenísimos. Aquí todo se puede comer rebozado.
En este local quedó claro cual es nuestro nivel de inglés, y lo cerrado que debe ser el acento de los lugareños. Rossana pidió agua para beber y le pusieron batido de helado de frambuesa ( Water = agua, raspberry ice cream milkshake = batido de helado de frambuesa). Aún no lo puedo entender.
Yo opté por servirme coca cola, eso si light que hay que guardar la línea, o como la llama ellos diet coke, de la máquina de autoservicio.
Comimos y sin tiempo para empezar con la digestión seguimos nuestro camino hacia Memphis. Me encantan estas pickup antiguas.
Los campos de Alabama y Mississippi se muestran así de verde incluso en pleno agosto. Aquí la naturaleza lo ocupa todo.
Dos horas y media más tarde por fin vemos a Memphis a lo lejos recortarse en el horizonte. Son las 17:00 h y tenemos que visitar Graceland y luego buscar un motel para dormir, así que el tiempo apremia.
Pusimos la dirección en el navegador y en unos minutos llegamos a la casa de Elvis. Bienvenidos a Graceland.
Graceland es la mansión donde Elvis Presley vivió desde la edad de 22 años, hasta su muerte y donde ahora yace sepultado. Se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad, siendo la segunda casa más visitada del país (tras la Casa Blanca), además de un museo de su vida y un templo para sus fans. Elvis compró la casa en marzo de 1957 como regalo a sus padres, convirtiéndola en su residencia habitual. La mansión fue adquirida al Dr. Thomas y Ruth Moore, que le dieron el nombre de Graceland en honor a su hija Grace.
Hay tres tipos de entradas y ninguna de ella es barata. Nosotros elegimos la más económica y creo que fue suficiente. Aquí os dejo las tarifas.
| (1) Graceland Elvis Entourage VIP Tour* | (2) Graceland Platinum Tour | (3) Graceland Mansion Tour | |||
| 2011 | 2012 | 2011 | 2012 | 2011 | 2012 |
Adult | $70.00 | $70.00 | $35.00 | $36.00 | $31.00 | $32.00 |
Seniors 62 and older | $70.00 | $70.00 | $31.50 | $32.40 | $27.90 | $28.80 |
Youth/Students 13-18 | $70.00 | $70.00 | $31.50 | $32.40 | $27.90 | $28.80 |
Students w/ College ID | $70.00 | $70.00 | $31.50 | $32.40 | $27.90 | $28.80 |
Children 7-12 | $70.00 | $70.00 | $17.00 | $17.00 | $14.00 | $14.00 |
Children 6 and Under | Free | Free | Free |
Para más información pulsa aquí.
Y sin más rodeos vamos a pasar a ver Graceland.
La casa no sorprende tanto por su tamaño, sino por su decoración. Tampoco te muestran la planta de arriba por expreso deseo de la familia.
Nada más entrar nos encontramos el salón-comedor. Al fondo podemos ver un piano de cola en el que tocaba Elvis.
En la foto podemos ver a Priscilla Presley, la mujer de Elvis Presley, que para quien no le suene quien es os pongo una foto más actual. Y la hija, Lisa Marie Presley, que estuvo casada con Michael Jackson y Nicolas Cage.
Es posible que la recordéis por la rubia tonta que tropieza con todo en Agarralo como puedas, junto a Leslie Nielsen.
A su hija solo la recuerdo por esto.
Pasamos a la cocina. Tiene todas las comodidades que hoy en día podemos tener y que imagino que en aquellos años solo estaba al alcance de los ricos. Y por supuesto, lo que no puede faltar, la moqueta en el suelo.
Después de la cocina nos encontramos con un salón de ocio de estilo selvático (no se si la palabra estilo puede ir aquí), llamada Sala Jungla.
Bajamos unas escaleras hacia un sótano y nos encontramos mis dos habitaciones preferidas.
La sala de billar estilo indefinible.
Y Sala de prensa estilo "¿moderno?".
Techo de espejos, barra de bar, amplios sofás, música, televisión...si señor, aquí si que lo tuviste claro, Sala de prensa. Me encanta.
Una vez terminado el interior, pasamos a la parte trasera de la casa dónde hay un gran jardín y varias instalaciones más. Entre ellas están un pequeño estudio, un frontón, sala de ocio, establo para caballos, etc.
En una nave aledaña está el museo con un recorrido muy bien cuidado de su vida y obra. Merece la pena disfrutarlo con tiempo.
Para quien no los haya visto antes, estos son los famosos Grammy. Elvis Presley estuvo nominado a 14 premios y lo ganó en 3 ocasiones. No está nada mal para un chico de Tupelo, (Mississippi).
En esta humilde casa nació Elvis Presley.
Galerías repletas de discos de oro son testimonio material de lo que representó y representa Elvis Presley para varias generaciones. Aún hoy día es lugar de peregrinación para sus incondicionales fans. Yo no llego a tanto, pero después de conocer un poco su vida, siento un gran respeto por sus acólitos.
Posteriormente salimos de nuevo a otra zona de la casa donde está El jardín de la meditación en el que descansan Elvis Presley junto a sus padres, Gladys y Vernon Presley, y su abuela. También hay una lápida conmemorativa de un hermano gemelo que murió al nacer, Jesse Garon.
Y después de esto la visita llega a su fin. Como llegamos un poco tarde, fuimos los últimos que quedaban en la mansión, junto con una familia estadounidense. Así que aprovechamos para hacernos fotos tranquilamente.
Por si alguien ha echado en falta el famoso Pink Cadillac, os diré que está expuesto en un museo a parte con el resto de coches, y que por supuesto, hay que pagar para verlo. Así que me he tomado la libertad de buscar su foto en la red y ponerlo delante de la casa.
Ahh, se me olvidaba. Elvis tenía dos aviones, que por supuesto, también hay que pagar para verlos, así que nos lo saltamos.
Después de esta visita imprescindible a un sitio tan maravilloso, mítico y casi novelesco, toca volver a nuestra realidad. Son las 19:00 h y aún no tenemos hotel. Así que nos ponemos en marcha para buscarlo antes de que caiga la noche.
Justo en frente de Graceland hay un Days Inn, así que entramos a preguntar si tenían alguna habitación libre. Creo recordar que cuando llevaba 5 minutos en el coche dirección a otro lugar aún seguía oyendo la risa de la chica de recepción. Coger habitación ahí debe ser imposible, y más en agosto.
Así que tiramos de Tom Tom y buscamos otra opción. Elegimos buscar por la salida de Memphis en la ruta I-40 dirección Dallas, para así ahorrar tiempo mañana y no tener que atravesar la ciudad.
Nos dirigimos hacia el Hernando Desoto Bridge, que cruza el rio Mississippi. Llamado así en conmemoración de explorador español que en el siglo XVI exploró esta parte del río y que murió al sur de Memphis. A la izquierda podemos ver el Pyramid Arena.
Cruzando el puente acaba el estado de Tennessee y comienza Arkansas.
Aquí podemos ver más de cerca el Pyramid Arena. En un principio fue la sede del equipo de baloncesto de la Universidad de Memphis, más adelante (2001) fue sede del equipo de baloncesto de la NBA Memphis Grizzlies. Sin embargo, en 2004 ambos equipos dejaron la pirámide para irse a un nuevo estadio: el "FedEx Forum". Por lo que cuentan los de allí, la pirámide era un poco gafe. Ahora está desocupada y no saben que hacer con ella.
Y en apenas 30 minutos encontramos el motel Super 8 West Memphis junto a la I-40 en una zona comercial. El motel estaba lleno de trabajadores, sobre todo camioneros que hacían noche en sus largos viajes por el país. Incluso había montado una BBQ (barbacoa) en la puerta del motel y se les veía bien a gusto.
El motel estaba muy bien y el precio mejor aún, 52$. Aquí os dejo unas fotos de su web para que os hagáis una idea de como son los moteles de carretera.
La habitación no era de las más grandes pero estaba muy completa y limpia.
El salón de desayunos es muy parecido en todos los moteles y como se puede ver tiene casi de todo.
Las tormentas aquí son frecuentes y ya está preparados para protegerse.
Una vez instalados en el motel, nos dimos una buena ducha y sin tiempo para venirnos abajo nos fuimos a descubrir la noche de Memphis, no en vano es conocida como la ciudad del blues y las barbacoas. Y creo que no es mala combinación, así que dejamos el cansancio en la habitación y a ver que nos depara la noche.
Llegamos al centro de Memphis buscando su calle más famosa, Beale Street. Aparcamos en un parking cercano y nos fuimos paseando hacia el centro.
Este es el parking y como vemos justo pasaba el tranvía en ese momento.
Otro medio de transporte que se estila mucho aquí es el equivalente a los coches de caballo sevillanos. Eso si, hasta los carruajes son poco ecológicos. Con tanta bombillita eso tiene que gastar una barbaridad.
Pero no me digáis que no son ¿sorprendentes?......no se me ocurre nada que justifique pasearse dentro de estas calabazas gigantes sacadas de cualquier bazar chino. Pero aquí tienen mucho éxito, así que todo sea probar a ver qué tal. En otra ocasión.
Y Elvis, como no podía ser de otra forma, está situado arriba de la calle con más marcha de la ciudad.
Beale Street es un hervidero de gente paseando, entrando y saliendo de los locales, música en directo dentro y fuera de los bares, jóvenes haciendo piruetas en las calles, comiendo, bebiendo, vendiendo de todo. Es un lugar que transmite mucha fuerza y buenas sensaciones.
No pude evitar hacer el payaso...me vine arriba.
Murales adornan las paredes de estos antiguos edificios de mampostería.
Recuerdos al Rey del Rock por todas partes.
Y por supuesto al Rey del Blues, B.B. King, no en vano su nombre proviene de "The Beale Street Blues Boy".
Como en Nashville ya estuvimos en ese local, decidimos probar otro diferente, y la verdad es que acertamos de lleno. Tuvimos ocasión de ver a un grupo en directo que era increíble.
El escenario era una maravilla, al igual que el resto del local.
La comida era otra cosa. Aunque no estaba mala, el plato era escaso y el precio muy caro. Pero había que cumplir con lo dicho: Blues y Barbacoa.
Y después de la cena y el concierto, cogimos camino para el motel. El día ha sido muy largo y el cansancio ya nos hace mella. Si no es porque mañana tenemos una larga etapa hasta Dallas, nos hubiésemos quedado. Pero hay que descansar que nos queda mucho viaje.
Resumen de la etapa:
Hora de salida: 9:00 h
Hora de llegada: 17:00 h
Km recorridos: 440 km
Gastos del día: 237,59 $
-- Ir a Etapa 8 - Día 05/08/11 --
Que etapa más chula!
ResponderEliminar