lunes, 1 de agosto de 2011

Etapa 4 - Día 01/08/11

Washington - Charlottesville - Monticello - George Washington National Forest - Lewisburg

Hoy nos hemos levantado a las 8:00 h. Necesitábamos dormir un poco después del día tan agotador que tuvimos ayer. La verdad que este hotel es maravilloso, sobre todo la cama es muy cómoda y grande. Hemos descansado muy bien, así que empezamos el día muy animados. Después de un buen desayuno, hicimos las maletas y planificamos los últimos detalles de la ruta de hoy, que ha quedado así:


Hay que tener en cuenta que para nosotros hoy comienza la verdadera aventura. Hasta hoy todo estaba más o menos previsto, los hoteles reservados, y solo habíamos repostado gasolina una vez y no me quedó muy claro como funcionaba. He de reconocer que estoy muy emocionado y a la vez nervioso. Tampoco sabíamos si las millas que habíamos planeado recorrer eran muchas, y sobre todo, no sabemos nada de la cantidad de moteles que habrá en ruta, ni si habrá disponibilidad, etc. Un mar de dudas que lejos de asustarnos, convierten este día en una verdadera aventura.

Antes de salir del hotel decidimos hacer una llamada a la empresa National que es la propietaria del coche. Para aquellos que han leído las primeras etapas, sabrán el problemilla que nos surgió con el voucher. Así que llamé a un número de teléfono de EEUU que encontré en la documentación y me pasaron con un agente que hablaba español. Le conté nuestro caso y me confirmó que no habría problemas con la entrega del vehículo, y que aparecía ya como pagado. Esto tuvo su lado bueno, ya que me quedé tranquilo, y su lado malo, que me había gastado 231 $ en teléfono hacía dos días para nada. La asistente que nos atendió en el aeropuerto de New York nos había informado mal y eso nos costó un dineral y dos días intranquilos.

Una vez terminamos de recoger, bajamos al lobby del hotel, hicimos el chek out, nos montamos en el coche, cogimos aire, nos miramos, y con una gran sonrisa en los labios empezamos la etapa.

Nuestro primer destino será Charlottesville que se encuentra a unas tres horas de coche, aunque en realidad siempre es algo más contando con las paradas para repostar, ver un paisaje o visitar un pueblo. Intentaremos evitar las carreteras interestatales, ya que aunque se va muy rápido y cómodo, son muy limitadas a la hora de ver cosas interesantes y discurren por paisajes bastante monótonos.

Pero no os dejéis engañar, aquí una carretera secundaria estándar viene a ser así:


Por el camino empezamos a ver los tan típicos y conocidos rollos de paja de los campos norteamericanos. Esta es una de las cosas que se repiten en todos los estados prácticamente.


Después unas cuatro horas llegamos a Charlottesville. Un precioso pueblo del estado de Virginia. Su ciudadano más famoso fue Thomas Jefferson, quien creó la Universidad de Virginia y quien se convirtió en el tercer presidente de los Estados Unidos.

Comimos en un Subway y nos dirigimos a centro de visitantes. He de decir que hasta el pueblo más pequeño de Estados Unidos tiene centro de visitantes. Y la verdad que es muy recomendable ir, porque proporcionan información de todo lo interesante que hay que ver, medios de transportes, puntos de ventas de entradas, etc. Allí nos marcaron sobre un mapa la ruta que podíamos hacer a pie, que básicamente era recorrer su calle central peatonal llamada Market St.


El centro de visitantes estaba al comienzo de la calle, así que comenzamos nuestra pequeña ruta desde allí. En la misma puerta había una pizarra pública en la que podías escribir, y como era de esperar, lo hicimos para dejar nuestra efímera huella.


Es una calle muy bien cuidada y bonita. Las terrazas se intercalan entre los árboles, jardines y fuentes mientras la gente pasea tranquilamente o toma un café con su ordenador disfrutando de la conexión Wifi gratuita. No es mal sitio desde luego. En una de las muchas cafeterías nos tomamos un café espresso mientras aprovechamos para mandar algunos mensajes por Internet.










Una vez recorrimos Market St cogimos el coche para dirigirnos a la Universidad de Virginia. Fue fundada por Thomas Jefferson en 1819. Thomas Jefferson también realizó el diseño arquitectónico, contrató a los primeros profesores, algunos de ellos traídos de Europa, y fue su primer Rector. Está considerada la mejor universidad pública de Estados Unidos y después de recorrer sus instalaciones no me extraña. El área del campus es extensa y los edificios está perfectamente integrados entre grandes parques con mucha vegetación y numerosas instalaciones deportivas.



Aquí conocimos a dos chicas que trabajaban en el centro de información y que hicieron un esfuerzo increíble por agradarnos y practicar todo el español que sabían. De hecho una de ellas nos contó que viajaría en un par de meses a Sevilla, dónde quería quedarse un tiempo aprendiendo el idioma. Por lo que entendimos de sus risitas creo que había conocido a un chico de allí. "Buen sitio pá aprendé españó mi arma".


Y justo frente al campus, como si se tratase de una urbanización de lujo, nos encontramos con las casas hermandades. Y yo que creía que eso era cosa de las películas. Es increible ver las mansiones que tienen y recordar tantas películas de estudiantes haciendo fiestas en estas casas. ¡Pues existen!. De hecho, en una de ellas aún estaban los vasos de tubo en la puerta sobre unos escalones.



Una vez terminada la visita a la universidad nos fuimos dirección a Monticello. Fue la residencia de Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos. La importancia de este señor viene dada porque fue el principal autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776. Jefferson fue uno de los Padres Fundadores más influyentes, conocido por su promoción de los ideales del republicanismo en los Estados Unidos. Visionó a Estados Unidos de América como la fuerza detrás de un gran «imperio de la libertad» que promoviera la democracia y la lucha contra el imperialismo británico. Además de todo eso, fue arquitecto, inventor, un gran viajero y amante del arte. Su casa está repleta de de inventos, recuerdos de grandes viajes y obras de arte. Merece la pena pasar por aquí y recorrer sus jardines plácidamente.



Tumba de Thomas Jefferson en Monticello.

Una vez terminada la visita en Monticello nos dirigimos hacia nuestro siguiente punto de la ruta que nos llevará a través del George Washington and Jefferson National Forest hasta Humpback Bridge Por el camino podemos ver paisajes que parecen lienzos al óleo.


En esta ocasión no es un pueblo, ni un monumento, en esta ocasión será un puente, pero no un puente cualquiera, uno de esos con un encanto muy especial. ¿Recordáis la película Los puentes de Madison?, pues algo parecido. Os presento a Humpback Bridge. El sitio transmite una silencio y soledad que contrasta con el cuidado de la zona. Imagino que los fines de semana será un punto de encuentro ideal para hacer picnic.




Al rato estar aquí haciendo fotografías y disfrutando del lugar, llegó un coche con un hombre como conductor y se detuvo en el aparcamiento cerca de nuestro coche. El hombre se quedó quieto dentro del coche observándonos. La situación empezó a ser incómoda y decidimos irnos de allí. Había algo que no parecía normal. Así que salimos rumbo a no sabíamos muy bien dónde.

Ya estaba anocheciendo y no sabíamos dónde íbamos a dormir. Era nuestra primera noche sin hotel reservado y estábamos en mitad de la nada. Así que nos pusimos manos a la obra dirección a la población más cercana para buscar un motel.

Después de unos 45 minutos llegamos a Lewisburg, en West Virginia. Es un pequeño pueblo con muy poca actividad, sobre todo de noche. Dimos varias vueltas por el pueblo y vimos varios moteles. Finalmente nos decidimos por el Super 8 Lewisburg que estaba a la entrada del pueblo. No era gran cosa, estaba un poco sucio y descuidado. La clientela era mayormente hombres trabajadores que iban de paso y el dependiente iba a juego con el hotel, poca higiene y pocas atenciones. Pero al fin teníamos techo y eso después del susto en el puente y que era de noche cerrada, fue un gran alivio para nosotros estar en la habitación.

Así que dejamos las maletas y decidimos ir a comer algo. Muy cerca del hotel, a una milla aproximadamente, vimos este Applebee's, y tengo que decir que fue todo un acierto.


Estos locales pertenecen a una cadena o franquicia, como casi todo en USA, y tienen una carta variada en la que puedes comer desde las típicas hamburguesas, aros de cebolla, pasta o ensaladas. Nosotros pedimos hamburguesa, aros de cebolla y pasta, y por supuesto nuestra budweiser de tamaño vaso de batidora. Con la comida hay que tener cuidado al pedir, aquí los platos son muy grandes y con un plato por persona es más que suficiente, pero el hambre nos cegó y nos sobró bastante.


Aquí conocimos a la primera de las muchas Estefanys que íbamos a conocer en este viaje. Era una camarera rubia, delgada, muy simpática y que hablaba a una velocidad endiablada. Solo fui capaz de entender "Hi", el resto fue imposible. Así que después de intentar hacerle ver varias veces que a esa velocidad no entendíamos nada, decidimos pasar al plan "b", no en vano hemos pasado muchas horas jugando al Pictionary. Pues eso, con gestos y con cara de me da igual la guarnición que me pongas, conseguimos que llegara la comida. Mientras cenábamos nos dio un ataque de risa que terminó por soltar toda la tensión acumulada del día. Terminamos de cenar y regresamos al hotel para dormir. Mañana nos espera otro largo día en dirección a Knoxville, Tennessee.


Resumen de la etapa:

Hora de salida: 9:00 h
Hora de llegada: 21:00 h
Km recorridos: 410 km
Gastos del día: 223,50 $

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