miércoles, 3 de agosto de 2011

Etapa 6 - Día 03/08/11

Oak Ridge - Chattanooga - Lynchburb - Nashville

Esta mañana sonó el despertador a las 7:00 am y nos levantamos con mucho ánimo. Hoy nos espera una larga etapa en la que esperamos poder atravesar el interior de Tennessee por carreteras secundarias hasta llegar a Chattanooga, desde ahí a Lynchburg dónde está la fábrica de Jack Daniels, para finalmente llegar a Nashville. Así quedó la hoja de ruta.




Lo primero que hicimos fue pasar por el supermercado, Kmart situado cerca del motel.



Compramos algo de comer y de beber para pasar el día y nos fuimos a dar una vuelta por este tranquilo pueblo.
Como ya conté el la etapa anterior, este pueblo formó parte del Proyecto Manhatan y alberga desde entonces el Oak Ridge National Laboratory (ORNL), aunque hoy en día está destinado al estudios de formas de energías ecológicas. Curioso, ¿verdad?.

Así empezó....


... y así es ahora.



Y su edificio más emblemático en el que se encontraba la centrifugadora de uranio 235 era el Y-12.


Oak Ridge es un sitio que transmite mucha paz y tranquilidad, la vida parece pasar muy despacio en este lugar.



En mitad del parque hay una pequeña plaza que conmemora a todas aquellas personas que fundaron y trabajaron en aquel impresionante proyecto.


Después de este agradable paseo matutino cogimos el coche rumbo a Crossville por la I-40. Por el camino vimos estas chimeneas.



Una hora después llegamos a Crossville y dejamos la I-40 para adentrarnos el Tennessee profundo por la 127. Por esta carretera hay numerosos pueblos rodeados de campos de un intenso verde. Estamos en agosto pero esta zona parece no verse afectada por el verano.





Recorriendo esta ruta se ve claro que la gente vive muy tranquila y feliz. Rodeados de naturaleza, con grandes casas y un ambiente muy cordial y amable. Los mercadillos y puestos ambulantes se suceden pueblo tras pueblo. Cualquier jardín es buen sitio para colocar todo aquello que no usan.






Las casas son la mayoría de una planta, grandes, con jardín y por supuesto, sin vallado que las proteja de intrusos. Algo que da una idea de la poca inseguridad que existe en esta parte del país.




Y por supuesto no faltan iglesias. Hasta el pueblo más pequeño tiene al menos una.



Ni autobuses escolares.




Seguimos adentrándonos y el paisaje sigue igual de bonito. Los grandes prados verdes, las casitas y granjas a los lados, grandes árboles junto a la carretera, convierten el paisaje en un cuadro bucólico.







Los depósitos de agua se repiten por toda la zona. Los hay de muchos tipos, pero ninguno discreto.




Y en mitad de la nada siempre hay donde repostar, comer algo, sacar dinero y lo que necesites.





Después de atravesar Dunlap nos acercamos al Prentice Cooper State Forest and Wildlife Management Area que es un área de bosque montañoso que se extiende hasta Chattanooga.







Una media hora más tarde, después de atravesar el bonito parque de montaña, llegamos a Chattanooga, que es una bonita ciudad de estado de Tennessee. Concrétamente es la cuarta ciudad más importante del estado tras Memphis, Nashville, y Knoxville.



Atravesada por el Tennessee River se sitúa muy cerca de los límites de Georgia y Alabama. Aquí podemos ver uno de los barcos turísticos que hacen travesía por el rio. En otros tiempos los barcos originales recorrían el río impulsados por vapor. Ahora sus chimeneas solo son un vestigio del pasado romántico en siglo XIX.



Desde aquí podemos ver el Market Street Bridge, que como se ve en la imagen es un puente basculante que permite dejar paso a grandes barcos.

Enlace
Enlace

Dejamos el river side para ir a ver el AT&T Field que es el estadio del equipo de béisbol local, los Chattanooga Lookouts.





Una vez terminada nuestra visita a esta bonita ciudad pusimos rumbo a Lynchburg. Por el camino pudimos disfrutar de paisajes maravillosos que hacen que el cansancio no nos afecte. Estamos con fuerzas y disfrutando mucho.

Este puente me recordó al que aparece en la película Stand by me cuando los cuatro amigos atraviesan un puente similar a este y casi son atropellados.



Curioso el gusto que tienen los americanos por restaurar todo tipo de vehículos y convertirlos en exclusivos.



Y por supuesto más granjas salidas de cualquier cuento.


Aproximadamente una hora después llegamos a un pequeño pueblecito llamado Cowan.






Aquí la gente no parece vivir mal, la verdad. Es una zona donde abundan las grandes casas y los grandes todo terreno en la puerta. Aquí todo a lo grande.



Los cementerios son muy curiosos.



Continuando por la 64, a unos 15 minutos, llegamos a Winchester. Un bonito pueblo que parece sacado de una película de los años 60.

La torre reglamentaria de cada pueblo de la zona.


El cine del pueblo.



La plaza del ayuntamiento.





Un bar con barbacoa. Vamos, que no falte ni gloria.



Winchester ocupa un cruce de caminos. Nosotros tenemos que coger la 50.



El cartel nos marca el camino.



Aquí podemos ver a un empleado del servicio de correo. Es curioso los vehículos que llevan porque tienen el volante situado en la parte derecha para facilitar la entrega de las cartas sin tener que bajarse. Todo pensado.



En este país hay un gran amor por su bandera. Allá por donde pasemos siempre encontramo muestras de patriotismo. Esto en España es más complicado de hacer sin que pensemos en prejuicios.


Salimos de Winchester a eso de las 14:00 h, así que es hora de parar a comer algo. Vimos un lago a nuestra derecha y no lo pensamos, este era el sitio ideal. El lugar en cuestión se llama Tims Ford Lake y era precioso, totalmente acondicionado para acampar, con merendero, baños, duchas y hasta una playa...si si, una playa con su arena, red de voley y gente tomando el sol.




Así que abrimos nuestra gran adquisición en forma de nevera y nos pusimos a comer. Aquí tuvimos un pequeño contratiempo con el hielo seco que habíamos comprado ya que en lugar de enfriar las comida y la bebida, lo congeló todo, con lo cual fue un poco complicado no atragantarse al comer. Hielo seco no más, a partir de ahora el tradicional de toda la vida, que por otra parte es gratis en todos los moteles.



Una vez recargadas las pilas continuamos nuestro camino. No podemos perder mucho tiempo ya que la factoría de Jack Daniels cierra sus puertas a las 16:30 h. Vamos con el tiempo justo.

El dueño de esta tienda era mucho más patriota que limpio. Una reformilla no vendría mal.


La carretera vuelve a serpentear entre grajas y prados. Muy bonito todo.



Y finalmente, a eso de las 15:30 h, llegamos a Lynchburg. Aquí podemos ver el centro de visitantes que es una antigua estación de servicio con una furgoneta Ford de Jack Daniels en la puerta.



Este es un pueblo muy pequeño y la zona comercial se reduce a lo que muestran las fotos. Que son básicamente tiendas de recuerdos de Jack Daniels y Harley Davidson.




Un precioso Chevy Camaro nos da la bienvenida.


Nos pusimos a jugar, pero nuestro rival tardaba mucho en mover ficha, así que lo dejamos. Entramos en la tienda de Jack Daniels y compramos algunos recuerdos.



Flower power house....jejeje


Por fin llegamos a Jack Daniels a las 16:15 h, con el tiempo justito.




Una vez dentro nos asignaron una tarjeta correspondiente al grupo que nos tocaba. Las visitas son gratuitas y guiadas. Así que esperamos a que llamasen a nuestro grupo y empezamos el tour.

Nuestra guía era una señora de unos 65 años llamada, cómo no, Betty, y que por cierto era muy simpática y no paraba de hacer bromas. O eso parecía viendo como todo el mundo se reía.

La visita empieza en una sala multimedia con un vídeo de presentación para luego montarnos en un autobús para recorrer los 50 metros que hay hasta la zona alta de la fábrica. Si, he escrito bien, 50 metros en autobús. Yo creo que no me dio tiempo ni de asentar el culo.



El sitio está rodeado de mucha vegetación y transmite una sensación de tranquilidad y sosiego. Parece como el tiempo se hubiese detenido aquí.



De esta cueva fluye el manantial del que se surte la fábrica y que según dicen, es buena parte de la alta calidad del whisky. Toda la producción parte de este manantial. La verdad es que con el calor que hacía daba gusto estar aquí ya que salía una brisa fresca que nos devolvía el aliento.



Después entramos en la zona de las grandes barricas que es quizás la parte más interesante, ya que es dónde el whisky es filtrado a través de tres metros de carbón vegetal de acre, que es realizado allí mismo en los quemadores que hay en una foto anterior. Esta zona de la fábrica no se puede ni fotografiar ni grabar.

Otra cosa muy curiosa es que en el condado donde se encuentra Lynchburg está prohibido beber alcohol....si, si, has leído bien, está prohibido. Así que te encuentras en una enorme fábrica de uno de los mejores whisky y al salir te ofrecen una limonada para terminar la visita. Eso si, comprarlo no está prohibido y puedes llevarte todo el que quieras.

Aquí os dejo la foto de los presidentes de la compañía desde su fundación. El señor Jack Daniels y fundador de la destilería, es el primero por la izquierda de la fila superior. Como podréis observar, no está en el centro, y eso es porque lo ocupa el actual presidente, que por lo que parece no le gusta estar en un segundo plano.



Terminada la visita he de decir que ha sido muy divertida y recomendable. Hemos pasado un par de horas fantásticas. Algún día espero volver a este sitio con tanto encanto.

Ahora hay que continuar, tenemos que llegar a Nashville y buscar motel. Así que nos ponemos en marcha por la 55 dirección a Manchester, y desde ahí por la I-41 hasta la meta.

Por fin llegamos a Nashville.




Hace un calor húmedo asfixiante que hace que no pares de sudar y se acercan unas nubes de tormenta muy feas. Así que sin perder ni un minuto comenzamos a buscar hotel. Para esta tarea el mejor invento del hombre, después del fuego, el navegador. Buscamos en hoteles cerca del destino y elegimos para probar el Days Inn Nasville Downtown al the stadium.

Fotos de la web del hotel.





Foto nuestra.



La verdad es que estaba muy bien. Un poco antiguo todo, pero limpio, amplio y muy bien situado. Desde la ventana podía ver el skyline de la ciudad y el LP Field Stadium. Es un estadio de fútbol americano dónde juegan los Tennessee Titans.

Este es el estadio.


Y esto es lo que vemos desde la habitación. No estaba nada mal.




Una vez instalados en la habitación y sin tiempo para enfriarnos mucho, salimos a quemar la noche de Nashville. No en vano es llamada "Music City, U.S.A." ya que posee una importante industria discográfica y muchos de los mejores locales de música en directo. Entre ellos se encuentran el Grand Ole Opry y el archiconocido BB King.

Llegamos al centro con la noche ya casi cerrada. Hacía mucho calor y humedad. La tormenta eléctrica estaba sobre nosotros y no había nadie por las calles. La verdad es que el panorama no nos gustaba nada. Cuando digo que no había nadie es literal. Nadie.

Después de un rato caminando buscando la 2nd Avenue N, que es dónde están la mayoría de los locales, decidimos preguntar a una señora que amablemente nos indicó. Y por fin llegamos a la calle. Justo al doblar la esquina te encuentras en otro mundo. Gente por todas partes, luminosos llamativos, música y todo lo que podrías imaginar de la ciudad de la música. Menos mal, empezaba a estar preocupado.



Entramos en este bar a comer algo. Hay muchos locales dónde puedes comer muy bien y beber mejor. Son muy parecidos aunque cada uno tiene su encanto. En muchos de ellos tienen música en directo. Nosotros elegimos este que no tenía música en directo pero era totalmente como podía imaginar un bar típico americano. Nos encantó. Una vez más, la camarera era muy agradable y simpática y nos ayudó en la elección de las cervezas y la comida. Digo lo de las cervezas porque tenía una carta con más de 70 tipos. Y para muestra os dejo la foto de los grifos.



Después de comer nos decidimos por ir a lo seguro, así que nos fuimos directos al BB King. Estaba genial, lleno pero no agobiante. El ambiente es de gente de entre 25 y 50 años más o menos. Cuesta 3 $ la entrada pero merece la pena pagarlos por el espectáculo de la música en directo. Es un sitio muy divertido que merece mucho la pena. Nosotros nos tomamos un par de cervezas mientras este grupo tocaba y la gente se divertía bailando.








Después de salir del BB King dimos un paseo por el bulevar para disfrutar del ambiente, hacernos fotos y echar unas risas.


También hay puestos de comida ambulante que no desentonan con el decorado de la calle.



Un poco pasada la media noche decidimos regresar al hotel. Ha sido una etapa muy larga y llena de emociones. Lo estamos pasando muy bien pero mañana nos espera otra etapa similar a esta y tenemos que conservar fuerzas. Un gran día, sin duda.

Resumen de la etapa:

Hora de salida: 9:00 h
Hora de llegada: 20:00 h
Km recorridos: 497 km
Gastos del día: 302,49 $

-- Ir a Etapa 7 - Día 04/08/11 --

No hay comentarios:

Publicar un comentario